Escrito Por Graciela en un Comentario

Fecha del Comentario: 22 de febrero de 2009

Por Llambí

A veces me sorprendo a mí misma cuando trato, casi con desesperación, de volver a los afectos, …a esos puntos de referencia del alma donde se aprehendió la ternura, y a pesar de las tempestades de los tiempos, resistiendo a este presente y sus códigos, me mantengo declarada "romántica"…cosechando más de una burla o indiferencia.

Y es así que vuelvo siempre a recorrer calles, veredas, esquinas… del pueblo que me vio nacer y crecer: Llambi Campbell.
Llambi Campbell: erguido en lo alto del norte Santafesino cual inmutable y seguro mojón.
Con esos rasgos únicos y singulares, que supieron imprimirle los gringos que allí se afincaron hace más de cien años, quienes con empeño y tozudez constantes en el tiempo y por generaciones, hicieron de Llambi casi una "villa" que emerge sobre la ruta 11… cual oasis para descanso del espíritu.
Allí, el sol y la luna son distintos, los árboles parecen ofrecidos al infinito con sus copas majestuosas, y las flores, sin duda eligieron este lugar del mundo para desplegar su mayor belleza.
Los años y el progreso borraron "pisingallos", "cunetas", viejas higueras, paraísos…" y esos rincones donde fui "casita", "tren", "pirata","duende"….donde, garabateando sueños, la niñez me regalaba esa felicidad de "entrecasa" conque crecí, vivencias a las cuales vivo aferrada y me enriquecen.

Recuerdo las tardes de invierno, cuando salía a dar vueltas en bici, el sol entibiaba mis manos y mis mejillas se encendían. Me gustaba pasar despacito por los viejos ventanales que dejaban escapar el exquisito aroma de los dulces caseros, aventurarme en algún cañaveral en búsqueda de "tesoros", ir a jugar al barrio de Alicia y los meyis en la "casita subterránea", o estar sin apuros observando un caracol o el tenaz trabajo de las hormigas, hacía que el tiempo pasara sin aburrimientos.

Quedaron grabados en mí la devoción por las misas, la paz de todos los días acentuada en los domingos; el colegio que abrió sus brazos para cobijarme de tan pequeña, la hermana del Pilar y la vieja hermana Mónica con sus tés para el "dolor de panza" que provocaba el tener que enfrentar a la Señorita Mimí sin haber hecho la tarea.

Luego la escuela secundaria, con derroteros y pasiones compartidas en un tiempo semillero de utopías donde nos íbamos a llevar el mundo por delante porque era nuestro….sólo nuestro…

Después el desarraigo, la despedida, nuevos horizontes y toda la fuerza de esos años jóvenes en pos del camino elegido.

Decir Llambi me significa decir amigos, escuela, infancia y muchos, muchos sueños…! Pero no es sólo pintar cada momento de mi realidad tambaleante con la nostalgia del recuerdo que nutre, …sino que va más allá………tiene algo de magia, tiene algo de cielo …en fin …tiene que ver …con el milagro de la vida misma.


Muchas Gracias Graciela.
Es una buena manera de recordar Llambi Campbell, con tus palabras, que seguro llegarán a muchos habitantes y a quienes estamos muy lejos, que siempre añoramos los bellos momentos de Llambi Nuestro Pueblo y que el destino nos pinta diferentes.

Por siempre te llevamos en el corazón, pueblo nuestro, pueblo querido.

Marcos Martín Medina.

1 comentarios:

Colo dijo...

Qué lindom cuáto sentimiento groso muestra este mensaje hacia su pueblo!!!!

Un beso

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