Imágenes de Llambi Campbell









Iglesia Santísima Trinidad

Imágenes por: Martín Rueda

4 comentarios:

Anónimo dijo...

FELICITACIONES POR LAS FOTOS, REALMENTE PARECEN TOMADAS POR UN PROFESIONAL........Y..SI.......SOS UN PROFESIONAL DEL AMOR A TU PUEBLO.

Anónimo dijo...

me quede asombrado por las fotos, son maravillosas, imágenes exelentes para que se conozca este Llambi que llevas en el corazón desde la distancia. y nosotros que estamos viviendo acá no lo valoramos. SUERTE

Anónimo dijo...

Muchas Gracias por el comentario, Llambi lo llevo en mi corazon.

Anónimo dijo...

Por Llambí

A veces me sorprendo a mí misma cuando trato, casi con desesperación, de volver a los afectos, …a esos puntos de referencia del alma donde se aprehendió la ternura, y a pesar de las tempestades de los tiempos, resistiendo a este presente y sus códigos, me mantengo declarada "romántica"…cosechando más de una burla o indiferencia.

Y es así que vuelvo siempre a recorrer calles, veredas, esquinas… del pueblo que me vio nacer y crecer: Llambi Campbell.
Llambí Campbell: erguido en lo alto del norte santafesino cual inmutable y seguro mojón.
Con esos rasgos únicos y singulares, que supieron imprimirle los gringos que allí se afincaron hace más de cien años, quienes con empeño y tosudez constantes en el tiempo y por generaciones, hicieron de Llambí casi una "villa" que emerge sobre la ruta 11… cual oasis para descanso del espíritu.
Allí, el sol y la luna son distintos, los árboles parecen ofrecidos al infinito con sus copas majestuosas, y las flores, sin duda eligieron este lugar del mundo para desplegar su mayor belleza.
Los años y el progreso borraron "pisingallos", "cunetas", viejas higueras, paraísos…" y esos rincones donde fui "casita", "tren", "pirata","duende"….donde, garabateando sueños, la niñez me regalaba esa felicidad de "entrecasa" conque crecí, vivencias a las cuales vivo aferrada y me enriquecen.

Recuerdo las tardes de invierno, cuando salía a dar vueltas en bici, el sol entibiaba mis manos y mis mejillas se encendían. Me gustaba pasar despacito por los viejos ventanales que dejaban escapar el exquisito aroma de los dulces caseros, aventurarme en algún cañaveral en búsqueda de "tesoros", ir a jugar al barrio de Alicia y los meyis en la "casita subterránea", o estar sin apuros observando un caracol o el tenaz trabajo de las hormigas, hacía que el tiempo pasara sin aburrimientos.

Quedaron grabados en mí la devoción por las misas, la paz de todos los días acentuada en los domingos; el colegio que abrió sus brazos para cobijarme de tan pequeña, la hermana del Pilar y la vieja hermana Mónica con sus tés para el "dolor de panza" que provocaba el tener que enfrentar a la Señorita Mimí sin haber hecho la tarea.

Luego la escuela secundaria, con derroteros y pasiones compartidas en un tiempo semillero de utopías donde nos íbamos a llevar el mundo por delante porque era nuestro….sólo nuestro…

Después el desarraigo, la despedida, nuevos horizontes y toda la fuerza de esos años jóvenes en pos del camino elegido.

Decir Llambi me significa decir amigos, escuela, infancia y muchos, muchos sueños…! Pero no es sólo pintar cada momento de mi realidad tambaleante con la nostalgia del recuerdo que nutre, …sino que va más allá………tiene algo de magia, tiene algo de cielo …en fin …tiene que ver …con el milagro de la vida misma.

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